Había una vez cuando era verano de verdad cuando el verano
de verdad era esa región laxa y atrevida donde el mundo cabe esa cápsula de
alto riesgo de felicidad no hace tanto no creas que me refiero al verano de la
infancia el verano de la infancia era sencillamente largo y salado y piedras
bajo las sandalias y la piel blanca y fresca de mi abuela cuando dormíamos
juntas y las pieles morenas y brillantes y curtidas de mis otros abuelos al sol
a las sardinas al vino chorreante y con casera sí suena bien porque los veranos
de la infancia suenan bien pero en los veranos de la infancia también suceden
cosas horribles que no voy a contar ahora yo me refería a muchos otros veranos
aquellos de bar y calle aquellos de las pipas al atardecer de la playa aquellos
de la amistad y la seducción y la carretera sí a esos pero no solo a esos no
hace tanto que mis veranos eran otra cosa que esto de hoy precisamente en el
año 2009 viví a la orilla del Mediterráneo durante más de doce semanas y eso
son muchas semanas créeme y me dio tiempo a recordar que mi vida bajo el sol
mientras evite pensar en el cáncer de piel y etc que mi vida bajo el sol y
leyendo y tumbada junto a una orilla y alguna noche calurosa bailar y leyendo y
llenar de arena el maletero del coche y el asiento de atrás y sencillamente
beber algo muy fresco y a la vez muy fuerte cuando ya es de noche y
sencillamente no importa qué hora sea y sencillamente los dientes relucen en la
oscuridad a través de las sonrisas y esa otra lentitud de la vida adulta esa
que endurece los músculos y permite el placer y sencillamente ese verano me di
cuenta de que vivir así es maravilloso y pensé tan ilusa que eso haría cada
verano porque sí porque soy dueña de mi vida somos dueños de nuestra vida y
entonces el verano que viene haré lo mismo y me exiliaré en un sitio donde
pueda andar descalza y leer varios libros por semana y beber desde temprano y además
de todo me sienta guapa en fin ya sabemos que en realidad ni somos dueños de
nuestra vida ni nada por el estilo o bueno sí lo somos pero independientemente
de la prima de riesgo no somos tan valientes como para hacer uso de ella así
que ahora también es verano por fin lo es y Madrid quema y está polvorienta
pero hermosa y parece que todo es lo contrario de aquello porque una coz me
hace daño en el pecho y por las noches dejo que los mosquitos nos piquen y a
ella le hacen unas ronchas demasiado grandes para su cuerpecito y todo es tan
cansado incluso cuando en medio de una manifestación multitudinaria te
encuentras con tus amigos y la plaza de Neptuno está llena de nihilistas y
decidimos irnos a tomar una cerveza pero hay algo raro en el ambiente y a mis
amigos los quiero tanto y me da tanta alegría verlos pero hay algo raro en el
ambiente quiero decir en mi ambiente dentro de mí creo que tengo miedo creo que estoy
demasiado agotada creo que el futuro me asusta a pesar de los bellos planes de
futuro creo que necesito pararlo todo y observar tus ojos grandes ah sí te
estoy hablando a ti qué creías creo que necesito de una vez alojarme en un
pequeño hotel de una sola estrella un sitio delicado e inigualable y que nos
duchemos juntos si hace falta los tres y salgamos con el pelo mojado y los
dedos de los pies al aire y nos perdamos por las enrevesadas calles que hay
junto al puerto y nos sentemos donde huela bien y bebamos mucho vino como
aquella vez que era todo justo así pero ella no estaba y bebimos mucho vino del País Vasco y yo te
dije algo que cambió para siempre nuestra vida pues igual creo que debemos
hacer eso lo necesito escapar huir olvidarnos de nuestra familia y su dolor de nuestro
trabajo de nuestros fantásticos amigos de nuestra casa que se ensucia y se
desordena cada día adiós Madrid adiós angustia política recortes etc el terror
y todo eso de no llegar a fin de mes porque si durante el tiempo suficiente
miro tus ojos tan enormes tus ojos que no son cuadrados no son redondos no son
triangulares tus ojos que tienen esa forma gigantesca de ser ojos y si durante
¿te imaginas? el tiempo suficiente puedo mirarla a ella a nuestro lado sin hacer nada más a ella
que tiene precisamente tus ojos quizá el verano parezca un verano otra vez
incluso parezca que somos dueños de nuestra vida los tres nuestra vida verano
nada más laxitud urgencia felicidad eso no pasará todavía no este verano este
verano hay que trabajar hay que seguir preocupados hay que sufrir un poco a
veces por las cosas horribles que la vida tiene y bueno supongo que
sobreviviremos a esta época a esto polvoriento pero hermoso tú siempre dices
que no pasa nada porque estamos juntos y en realidad tienes razón pero tengo
que mirarte bien dentro de los ojos para creérmelo de verdad porque todo se
agolpa los acontecimientos cotidianos no nos dejan respirar aún no he cerrado
mis cuentas de Bankia aún no llené de fotos las paredes aún no leí Hay
alternativas todavía me espera ese largo libro de Tsvetáieva por ejemplo y seguimos
en lista de espera en el grupo de consumo y otras cosas más necesarias ya lo
sabes que todo se amontona menos mal que a veces por las tardes tú y yo a veces
cuando nos encontramos y es justo el momento menos mal que cuando ella sonríe o
mucho mejor cuando se ríe a carcajadas menos mal que entonces todo tiene
sentido y sí estoy segura tengo que ser optimista estoy segura de que pronto
nos alojaremos en un hotel donde nadie nos conozca y nos ducharemos si hace
falta los tres juntos y quizá ya haga frío pero nos secaremos el pelo e
igualmente con calcetines y botas saldremos a la noche a husmear por las calles
enrevesadas alrededor del castillo hasta que encontremos un lugar donde huela
bien y nos sentaremos y nos miraremos a los ojos vosotros dos con vuestros ojos
gigantescos y los míos no tanto yo querré vino blanco lo sé
mucho vino blanco y mucha lentitud y para ella pediremos un vaso de agua del
tiempo mientras nos lo traigan además de mirarnos a los ojos podemos sonreír
dime si te parece un buen plan
Fotografía de Martin
Munkacsi