viernes, 7 de septiembre de 2007


Cayeron los sonidos

y el recuerdo

de navegarte

los surcos de la carne

(suave, de niño dulce pantera)

estremece las baldosas

de la casa

y no te siento

(llegar).

Será porque no vienes.

Deberíamos

romper un par de reglas

de cotidianeidad

de adiestramiento

traernos de las manos

o de los pelos

con premura

corriendo entre los matorrales

con espinas

y ya aquí

en esta casa baja

y habitada

en esta casa sola

lamernos las heridas

en clandestinidad.

22 comentarios:

mariona dijo...

Soy la primera, soy la primera, soy la primera!!! MUA!!! (y sólo eso). Como para decir algo más...

El Aviador Capotado dijo...

Jolín Lara. Este poema en la distímica noche que toma cuerpo en el silencio de la lectura o las voces de los bares donde me resguardo, me ha despertado de la plúmbea y espesa cotidianeidad. Precioso.

Beso gordo y sonoro para la therapeutae.

síl dijo...

assshhh!!! (hay una onomatopeya para cuando se encoge el estómago?)
beeeeesos!

matias fernandez fernandez dijo...

Tu comentario me envolvió en una sonrisa… y leerte, me estrujó la espina dorsal.
Copas en alto por ese vino de verano y por ese nombre que retumba.
Un abrazo,
Matías.

Anónimo dijo...

Más verso corto, llevado esta vez por la idea. Tu corazón desabrochándose.

Deberíais, sí. Lo que fuera que debierais romper, deberíais. En esa casa baja. Donde no habita el olvido.

Anónimo dijo...

Sí que debería yo también romper un par de reglas de esas de cotidianidad. En fin, estoy en ello.

Curioso lo del niño dulce pantera.

carmen moreno dijo...

Para que no nos hagos cotidianos y previsibles, Niña Lara; para que el aburrimiento no haga casa en nuestras costillas.

Rober dijo...

Tú aburrimiento debe ser como la sensación de vértigo para los mortales. Cambio de recurso. Hay que encontrar uno específico para ti y los que te rodean. Hay que ponerle nombre y límites (si así lo consideras)... hay tanto por hacer... está bien... habrá que volver a empezar desde el principio.

Un beso.

matias fernandez fernandez dijo...

bello!

Aurélia Jarry dijo...

Hada de doble A,
Te lei y no pude aplastar mas lo que quedo pendiente...
Sos divina...
A ver si la tecnologia brindo conmigo!

Aurélia Jarry dijo...

Estaba en el tango... Me metiste en el Fado... Buenas noches, madrilena o zarzalejana... Estamos

Paralelo 49 dijo...

Cuánto me queda por descubrirte entre las tijeras y los sueños.

Anónimo dijo...

¿Y no va siendo tiempo de que abras uno de los ojos y con una de las manos transcribas uno de los textos de una de las libretas?

Te echamos de menos (será porque no vienes).

kika... dijo...

Me ha recordado a mi sobri Tato, que cuando tenía cuatro años se abrazaba a su madre y le decía "¿Sabes por qué me gustas tanto, Mamá? Porque tienes las carnes suaves." (sic)

Ya sé que no tiene mucho que ver, pero me ha gustado el encuentro de tus palabras y las suyas.

A ver cuándo voy por la sierra.

Besos y magia.

Peter dijo...

Tanto este como los otros poemas anteriores que no he comentado me encantan, me embriagan, y me hacen sentirme esa mirada en la parte oscura que no sabe si atreverse a entrar en el círculo de luz donde bailan las hadas.

De parte de los que vivimos en la penumbra, gracias, Lara.

Anónimo dijo...

Eso de "Deberíamos romper un par de reglas de cotidianeidad" ufff... me ha "tocado" hoy especialmente...

Precioso, una vez más.

Un beso.

Anónimo dijo...

Entre tanta poética, me da cosa preguntar algo tan cotidiano...pero llevo varios fracasos en la búsqueda de "Casi todas las tijeras" y, antes de recurrir a la compra por Internet, y perderme el gustazo de dejarme aconsejar en la librería y llevarme dos o tres cosas más de las que buscaba en un principio...prefiero preguntarte si conoces algún sitio en Sevilla donde pueda encontrarlo.
En fin, gracias, y disculpa que lea y lea en la sombra y sólo haya superado la timidez de escribir cuando no he tenido más remedio.

(El texto es brutal, como siempre, como los de aquel Rincón de Lara en la página de J. Calderón donde te encontré hace…¿años ya?)

manolotel dijo...

Este poema íntimo hasta el dolor, contiene la angustia de lo desconocido jugando con la necesidad de las fronteras familiares, de los objetos comunes, como fórmula para la aproximación. Puede ser eso, o puede ser otra cosa, pero en cualquier caso es de una emoción en el filo de la navaja, que parece que desborda en el lector en lugar de en el papel (pantalla).

Un beso amiga.

Lara dijo...

He estado recogiendo flores y bombones y caramelos de menta y tarros con arena blanca y licor para todos vosotros. Tarde, pero os mando un beso enorme y muchísimos abrazos de agradecimiento. No sabéis (o sí) lo bueno que es mirar y que estéis aquí todos.

muñeca made in japan dijo...

No tengo ni idea de escribir, pero creo que este poema es muy bueno, almenos a mi me ha encantado joooooooo yo quiero escribir así.
¿CÓMO SE HACE?

Lara dijo...

Ro! Se me olvidó contestarte a la pregunta!

Espero que veas esto en algún momento, porque no sé cómo ponerme en contacto contigo...

Mil gracias por interesarte por el libro... pero yo te aconsejo que si lo quieres, lo compres por internet, porque la distribución va cada vez peor y no, no conozco ninguna librería en Sevilla que lo tenga (y las que lo tienen igual ni lo saben). En Cádiz, eso sí, en la calle Ancha, la librería-editorial Quórum sí lo vende. Pero si no pasas por allí... Mil besos...

Anónimo dijo...

Un delicado e intenso paseo bajo los castaños, buscando la senda de tu casa y de tu regazo.

P.D. De vuelta pasaré por las sábanas. ¿Qué prefieres para esta noche, ¿gacela o búfalo?