viernes, 7 de marzo de 2008

Un oído abarca un sonido estriado, es el oído izquierdo. No sé dónde estoy; esas expresiones, dame la mano, ayúdame a subir, no me sueltes, todo un ramo de flores de auxilio, han quedado huecas, repitiéndose latiéndose ya no soy capaz de escucharlas. Es necesaria ahora esta presencia de una extensión de suelo alcantarillado ríos de agua sucia tobillos delgados (van a romperse, son cristales). Si alargo los brazos puedo tocar el futuro. Mantengo los ojos cerrados mientras el esfuerzo de los músculos y algún tendón temblando me dan placer. Para no dormirme, pienso. Tengo el futuro entre las manos. Estoy tumbada mi cuerpo es suelo firme tierra en descomposición y camino. Siempre es de noche aquí. A veces, algunas veces, el color del aire es de una bruma gris y perpetua, como un cielo a punto de encharcarse o el tacto de una mejilla a punto de morir también puede ser resucitar esa parte del espacio en la que el calor es súbito y los miembros se adormecen preparándose para el frío. Así es el futuro, la cosa manchada que tengo entre las manos, está ahí, tan cerca de todo, como un enjambre peligroso avanza por las líneas enrevesadas de esta ciudad, dobla las esquinas, zum, es sólo un momento y ya está aquí, conmigo, el futuro. Hay sombras alejándose, el suelo en el que habito no me pertenece, es un simple pacto esta vida. Las calles de este sitio seguramente llegarán hasta el final, allá lejos donde no soy capaz de imaginar, donde se dobla el mundo las aceras colgando derretidas. Yo soy este asfalto que se alarga. Soy también este lugar y en mi descargo he de decir que aún recuerdo que hubo un día, bastante lejos, donde no hacía falta vivir con los brazos estirados la espalda rota ni un segundo de calma hacia el fututo tocado, al menos, con la punta de los dedos. No tiene sentido ya no hay nada. La calle se ha acabado ahí fuera todo es fuego quizá ni eso.


12 comentarios:

Jesús Beades dijo...

"Yo soy este asfalto que se alarga". Estupendo. Un beso.

MSalieri dijo...

... Yo he visto ese cartel... mmm, ¿es en Postdamer Platz? Qué rayada, tú.

Espero que el futuro no sea tan azul. Va parecer que vivimos en pitufilandia.

Qué grande eres, nenica.

Gemma dijo...

Postdamer platz, U-bahn.
The Blue Man...

;-)

"A veces, algunas veces, el color del aire es de una bruma gris y perpetua, como un cielo a punto de encharcarse o el tacto de una mejilla a punto de morir".

Virginia Barbancho dijo...

....¡¡¡¡Buuuuummmm!!!!!!...

Mia, tuya, esa corona para el futuro.

O ese Rey destronado...

Reb dijo...

"Así es el futuro, la cosa manchada que tengo entre las manos, está ahí, tan cerca de todo, como un enjambre peligroso avanza por las líneas enrevesadas de esta ciudad, dobla las esquinas, zum, es sólo un momento y ya está aquí, conmigo, el futuro. "
(Espero que el futuro no tenga relación directa con el tipo de la foto!!! qué miedo!!)

a.ma dijo...

En esa noche hay recuerdos de muchas otras, hasta de las aún no viví.Pronto estaré en Berlin,recomendaciones?
Bicos e fermosas palabras azuis

Anónimo dijo...

Te dije que mandaras los cuentos en mayo, pero ahora me muero por leerlos ahora mismo. A qué poco sabes...
Grande, Lara, grande...

Miguel Marqués dijo...

Tender los brazos y tocar el futuro. El cuerpo no sólo camino.

Aurélia Jarry dijo...

Qué potencia, Lara, qué intensidad. Muy intenso. No sé qué más decir. Me dejas densa.

Anónimo dijo...

Cada uno en su púlpito
Cogiendo papeletas
Haciendo méritos
Berreando a grito pelado
Ensordeciendo sus oídos
Nadie enseña sus cartas
Nadie extiende una mano
Nadie abre sus entrañas
Nadie lee sus posos
Nadie echa sus huesos
S
Ó
L
O
Sus ojos cambian de color
Como profecías
Antes de que las cuerdas vocales vibren
Antes de que tiemble un pensamiento
Y la realidad, se pliega a sus ojos:

NáN dijo...

Todo es sugerente. Y tan abierto que como en una tienda de golosinas cada uno puede extender la mano y pillar lo que quiere (subrayar: esa pesadilla de coleccionistas).

Elijo como Reb, pero todavía recorto más, quedándome con un alfiler de punta tan diminuta que solo los que estén muy cerca de mí podrán darse cuenta de que lo llevo:

«esa cosa manchada que tengo entre las manos».

Isabel dijo...

ES PRECIOSO ESTE TEXTO. Al comenzar a leerlo me ha recordado a Clarice Lispector: "Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto..."