viernes, 1 de agosto de 2008

Resumen de jardín

Las ciruelas aún están verdes y las fresas han muerto. Las reses escondidas en los montes y nadie pasta esta hierba seca del verano. Estoy leyendo cosas emocionantes, a pesar del cansancio. Me siguen pesando: la familia, las horas en el tren, el letargo de la noche donde se pierden las estrellas. Me sigue pesando el mundo adormecido (por no quebrarlo, por no acabarlo), pero tu distancia es un faro, y extraño, pero cierto, relativiza los días y las madrugadas.


Observo el movimiento de las abejas y demás maquinarias infinitas: son helicópteros perfectos, se mantienen zumbando en posición, durante segundos, hasta que salen disparadas. Blanca Varela decía que Dios es un pingüino y el hombre es un pingüino y yo ya me he olvidado de esos no mamíferos brillantes.

Anaïs y su delirio de éxtasis en perpetuo análisis. Tener eso y abandonarlo (no fue nadie, es la vida, que no aguanta la lujuria).

Pasarán años hasta constatar que no se quiere vivir aprisionado en el dolor.

E imagino que el dolor que tú podrías provocarme sería un ruido de tambor seco viniendo desde la lejanía, la señal de humo indígena que constata que todo es susceptible de acabarse.

Dormir sola y leer, triturar zanahorias, el cine mudo que es uno mismo cotidiano, encontrar un lugar para el lápiz que subraya ese libro viejo. Levantar la cabeza y ahí, al fondo de este cielo, un gigante de piedra que me espera, con hierba y lo futuro.



Desde aquí veo una nube que es un soplo desteñido.

Toco mis globos oculares y los noto excesivamente duros: puedo empezar a preguntarme por todo el rosario de misterios oscuros que me llevarán al sufrimiento: qué imbéciles los cuerpos con su reloj degenerativo.

Otro reloj convicto ruge mis días ahora, fuera del azote y la perversión. Faulkner Santuario, Puig Boquitas pintadas, Woolf Las olas, La invitada de Beauvoir. La casa levantada y recogida, poblándose de arañas al menor descuido.

Oh, mierda, un avión sesgó la nube soplo desvaído. La partió en dos.


Bebo agua de mi vaso, donde en la superficie han quedado atrapados unos minúsculos insectos que no saben qué hacer con tanta densidad. También los trago. A lo mejor se convierten a la noche en luciérnagas estomacales, que alumbren la salida de los nervios, de lo que está muerto.

Todavía no tengo que sacudir la cabeza para apartar el miedo o la náusea y querría estar allí sólo a la hora de lo negro para darte de dormir y acariciarte el pulso, tu cabeza chocando poco a poco con la mía y entonces un sueño profundo para abajo como antiguos como nadie.

No tuve que espantarte, recojo tu recuerdo y así sí: lo es todo la memoria.

Cuando llamaste tu voz sonaba más cruda, más estirada, y era.


Ahora es distinto.

1 de agosto viento fuerte.

Carretera hacia el mar.

Te espero abajo, reino de las medusas y madre alga.

El drama es una posibilidad para la vida pero abre tu boca, hoy intuyo que todavía existe mi verano. Y ni siquiera el invierno podrá con este océano.

14 comentarios:

síl dijo...

precioso resumen... me imagino el todo del jardí y debe ser espectacular... feliz agosto mágica lara... y besos!

Sonia San Román dijo...

Un texto precioso y evocador, como siempre, y estupendas las fotografías.
Me ha gustado especialmente la del pájaro y la pinza.
Feliz verano!

Libertad dijo...

Ver a través de tus ojos, tu sensibilidad que mira al mundo con curiosidad... antes de dormir, siempre antes de dormir. Quizás me haga soñar con tu jardín, o con esa nube atravesada por un artificio humano.

Que bonito Lara

Anónimo dijo...

Cuánta poesía y cuánta verdad, Lara.

¿Por qué siendo algo tan cotidiano suena tan a nuevo?

"todo es susceptible de acabarse" esta frase me retumba en el miedo, me has hecho temblar.

Muchos besos.

NáN dijo...

Sueño con un libro en el que dos que yo me sé y que tú te sabes hacen un viaje y lo cuentan así, a dos manos, primero la mano de uno y luego la mano de otra, y así hasta que se acabe y el lector no pueda más de tantas verdades penetrándose.

El adentro que es exterior y el afuera que es interior.

Fantástico, Lara.

carmen moreno dijo...

Niña Lara, precioso texto, preocupación por ti. Llegando al Sur y yo sigo estando más cerquita de África que Madrid. ¿Una cerveza bien fría? Huelva está ahí al lado, si tú quieres, si tú me lo dices.

a.ma dijo...

gostei das fotos...

Anónimo dijo...

Me dejas con un nudo en el estómago.
Estaré en El Rompido la semana que viene. ¿Tú estarás por allí? me encantaría verte.
Besos

meriklimpt dijo...

Poética la forma de ver lo cotidiano....... ojalá eso no se pierda nunca.
Un beso,

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Claro que no podrá el invierno contra eso, Lara. Claro que no.

Anónimo dijo...

muy buena la sincronización texto e imagen.Sinuosos,evocadores.Inteligente.

Gemma dijo...

Un resumen que empieza hablando de lo exterior para terminar -véase lo dicho por Nán- desbocado en el interior.

¡Menudo resumen!
Besos y feliz verano

Anónimo dijo...

Actualiza, exijo, o màndame un email, te pido. Desde Suiza, con los ojos bien abiertos.

Aurélia Jarry dijo...

En su momento no entendía qué podía ser un resumen de jardín... Por eso quedé callada. Al ver todo esto, lo entendí. Por eso me quedé callada. Frente a lo grande, como siempre. Frente a esta capacidad tuya de hacer de lo más cotidiano y lo más tuyo, lo más grande, lo más para todos. Hoy, me arriesgo otra vez... al elogio!!!