viernes, 1 de mayo de 2009

A propósito de Beatriz Moreno

De todas las personas que se apellidan Moreno que conozco, sólo una es mi hermana: Beatriz.
Mi hermana es una persona reservada cuando le da la gana, extrovertida cuando le da la gana, sonriente, chispeante, explosiva, lúcida y cariñosa.
Ahora mismo vive en Lausanne, Suiza, (quiero decir), en Tours, Francia, en fin, vive por allí arriba y tiene el pelo naranja, dice que por poco tiempo (lo del pelo naranja).
Nos llevamos cinco años de diferencia, yo nací antes (pero desde que apenas contaba diez años ha ejercido sobre mí una poderosa influencia de hermana mayor en algunos aspectos por motivos que no vienen al caso, digamos relacionados con el concepto de salvavidas). Ella no tiene arrugas y los años setenta se la traen al pairo. Tiene una bicicleta con la que se mueve bajo la lluvia y habla francés. La admiro profundamente, por éstas y por otras cosas.
Sé que escribe en libretas que luego envía por correo a destinos privados. De vez en cuando, tiene compasión de mí y me enseña algún texto.
Después de muchos años, hemos llegado a la conclusión de que lo de garabatear libretas y el amor por la gente y por los bares puede venirnos a ambas de la parte paternofilial. Generosa herencia.

Quiero dejaros aquí un texto que me ha enviado hace unos días y que me ha impresionado. La foto que lo acompaña también es de ella.
Espero que lo disfrutéis.


***


No distingo los colores amarillo y azul, quiero decir, los confundo, son el mismo para mí, quiero decir, no soy daltónico, no es eso. El rojo y el verde de los semáforos me manipulan como a un payaso cada día. El azul y el amarillo no. Abro la puerta y supongo que hace sol, lo supongo porque para mí es gris. De hecho prefiero los días nublados. Blanco real y gris de verdad. No se lo digo a nadie, lo considero parte de mi intimidad, como si tuviera una peca enorme en una de las nalgas. Privado.

No sé si he pecado alguna vez. Mi camino bordea la frontera entre el bien y el mal, nadie puede recriminarme nada, casi nunca me decanto por nada. Cuando me refiero a otros los visualizo como una masa uniforme de ojos azules y pelo rubio, quiero decir, una masa gris. No tengo amigos, no recuerdo a mi familia, vivo solo. Trabajo solo. Tengo un ordenador sin acceso a internet y siempre descuelgo el teléfono al llegar a casa. Suelo hablar a lo largo del día contadas palabras, soy un hombre de no más de 150 palabras/día. Normalmente mis comunicaciones oficiales, burocráticas y profesionales las hago por correo postal. Utilizo tinta roja o verde.

No me gusta el ruido de los bares ni el constante motor de la calle. Detesto la humanidad y lo que me hace humano. Sólo vivo. No me gusta leer ni ver la televisión, utilizo los libros para arrancar sus páginas y crear inanimadas criaturas de papel. Soy especialista en seres alados, aunque no soy aficionado a la papiroflexia, quiero decir, es que no tengo ninguna afición.

Mediana edad, mediana estatura, pene de tamaño medio, quiero decir, no soy un mediocre.
Tengo mis manías, quiero decir, no me gusta casi nada. Jamás he conocido a nadie.

Soy un solitario.

Tengo que enamorarme, quiero decir, tengo que enamorarme de ti.

Texto y foto: Beatriz Moreno

31 comentarios:

uminuscula dijo...

olé, da gusto saber que sois más así.. :)

Belcán dijo...

La pequeña de las Moreno pone parte del azúcar y parte del sulfúrico en este cometa de colores gualdiazul y verdirrojo, que cualquiera podría confundir con una nube gris.

Luego termina esponjado y tierno y a uno le dan ganas de coger la guitarra y cantarlo (si uno supiera coger la guitarra).

Una exitosa boutade con bocú de savuar-fer. Queremos más!

Sonia San Román dijo...

Me encanta, quiero decir!
Un par de besos para cada una.

AROAMD dijo...

david (sin leer) : hala que foto más chula ¿no?

viviendo en suiza, de todas formas, el amarillo y el azul... si es que el personaje vive en suiza también...

qué bueno!

besos de los dos para las dos

trovador errante dijo...

Eva, mi salvación y mi única hermanita, también nació, y milagrosamente, más tarde.

Siempre ejerció de mayor, y sin embargo, la quiero con locura y hasta a veces con cordura.

Es una parte de mí que a veces me gustaría ser y no puedo serlo por que soy yo. La mezcla de ambos, nuestro argot y entendernos tan bien sin decir ni pío. Y reírnos tanto y a ratos... seguir jugando como de peques. Otros nos enviamos a la mierda.

Es lo más grande. Y lo más cercano que tengo a la madre de mis hijas.

Felicita a tu hermana, especialmente, por su última línea, que me pareció la unica y primera.

Un beso dulce para las dos, y para mi hermanita Eva...que alguna vez hasta me deja comentarios firmando como "Krispina Klander"...ole ole y ole!

NáN dijo...

La foto es magnífica, de las que te quedas mirándola y mirándola. La soledad de esa mujer de la que necesita enamorarse el protagonista, ¿cómo no? La parte renovada con fotos de ese mismo andén, como arte. Cuando al mismo tiempo parece que lo que es arte patrocinado es esa pared en carne viva.

Dale un besazo de mi parte a esa chica (la Beatriz). Y dile que esas libretas tienen oro. Y que parece que le da lo mismo que lo tengan. Y que eso es lo mejor para no agotar la mena.

Miguel Ángel Maya dijo...

...De todas las Beatrices que conozco, a ésta, que se apellida Moreno, la conocí en una playa de Mazagón, durante un verano que recuerdo especialmente feliz: recuerdo unos huevos fritos con patatas, recuerdo un bar de madera, y nos recuerdo hablando y hablando en la playa, tú y yo. Recuerdo una felicidad despreocupada junto a ti...
...En aquel entonces Beatriz tenía los silencios y las sonrisas veladas típicas de las hermanitas pequeñas en la sombra. La recuerdo ahí, en una esquina de una mesa blanca, frente a la puerta de entrada de la casa, sentada sin hacer ruido. Los que teníamos cinco años más que ella hablábamos de cosas que ella escuchaba, sin decir una palabra, porque sabía que nadie le haría caso precisamente porque tenía cinco años menos...
...De esas hermanas pequeñas que se guardan ases en la manga cuando nadie les hace caso no nos esperamos que un día nos sorprendan con tesoros de este tipo, por eso cuando lo hacen, nos ponemos a pensar, y nos damos cuenta de que ella ya estaba allí, en aquella mesa, mirándolo todo, y que no dijo nada aquella tarde porque sabía que nadie le iba a hacer caso, a pesar de que, seguramente, hubiera tenido razón...
...Volví a encontrarme con Beatriz en un viaje a Sevilla en diciembre. Ya no parecía que tenía cinco años menos. Con decirte que había un tipo de seis años que no dudó de dejarte a ti por ella, lo digo todo...
...Besos a las dos...

Lara dijo...

Lo de Uriel lo llevo en el alma!
No se me olvida!

síl dijo...

qué bonita foto... y qué bonito texto... ya veo que en la herencia genética venía el arte, eh?
felicita a tu hermana y que de vez en cuando te envie textos aquí así los disfrutamos todos!
aish, que bien haber recuperado el pc y poder volver a leerte con tranquilidad mientras desayuno...
un abrazo preciosa

Anónimo dijo...

¡Cuantos matices para un personaje monocromo!
Además, me gusta cómo la fotografía recoge el hilo de la historia.

yolandasaenzdetejada dijo...

este texto es precioso... el final sublime.

entrenomadas dijo...

Todo el texto es bueno, pero el final es excelente.

Un saludo,

Marta

Carmen dijo...

Vaya con estas "morenazas" ;-) cómo se las gastan con la literatura y la fotografía. Es Beatriz tan reguapa como tú, Lara?
Yo tengo una hermana pequeña con quien comparto poquito mi interés por la escritura pero tengo una "miniyo", mi sobrina Lucía, que promete... y me vuelve loca, claro.
Besos
Carmen

Anónimo dijo...

Yo ya noMensaje sin enviar
Para: …


El uso de ropa interior de manga y pata larga de una pieza, como la del oeste pero burdeos en vez de blanca, se ha convertido en habitual este último invierno, especialmente cuando salgo a navegar. En su defecto puedo llevar camiseta, camisa de franela, jersey gordo de trenzas de lana que nadie recuerda cuándo dejaron de llevarse, chaleco, chubasquero, guantes, gorro doble, ... vamos, un exceso para los (pocos) que me conocen ¿me conocen? Lo dejaremos en que todavía me tratan. Acolchada frente al exterior e interior me deslizo (no soy como otros que dicen saber lo que son, tampoco soy navegante pero navego) al pairo de cuestiones como crecer, experiencias, aprender, bueno o malo, ser sabia, seguridad, ... midiéndose en un palmo. El resto del tiempo -el mal tiempo es una buena noticia- sesteo toda yo arrebujada en el saco: he descubierto que ni mi cuerpo ni mi mente ¿es algo diferenciado del cuerpo, como el alma? necesitan de lenguaje, pensamientos, sexo, ...
No debieras enamorarte (engañarte, enfermarte, ...) de mí ¿o más bien, haciendo caso a los paréntesis, de ti?..

Marian dijo...

Bravo, quiero decir, que se repita!

(y besos)

NáN dijo...

¡Que se identifique ese anónimo!

Lara dijo...

Me da en la nariz que sé quién puede ser ese anónimo...


¡¡¡Besos a todos!!!

Isabel dijo...

Si es lo que yo digo ¡cuando el arte entra en una casa! no quiero decir nada sobre el hambre, jeje...

Sí quiero decir que, es un texto precioso y que los ascendientes deben estar muy orgullosos de estas dos estupendas escritoras.

Abrazos.

Aurélia Jarry dijo...

Qué conmovedora esa presentación de Beatriz Moreno -que yo también conozco.
Y luego, qué pedazo de texto más singular, más poético, más colorado, más agri... DULCE. Y la foto, claro, me es muy muy familiar!
Un abrazo, hermanas Moreno!

acróbatas dijo...

Lo leí el otro día pero no pude contestar entonces.

Me ha pasado como me ha pasado otras pocas (pocas) veces... me lo he guardado para tenerlo muy cerca. Sería poco decir que me ha gustado.

¡Vaya par... vosotras dos!

Yo soy la hermana pequeña pero me temo que he ejercido de pequeña siempre... ;)

Lara dijo...

¡¡Qué éxito ha tenido la sister!! ¡Qué alegría! Gracias a todos! (de su parte también, porque me temo que no se atreverá a abrir la boca)

Sergio dijo...

que la abra, que le nazcan más ruidos.

más azules.

Pablo Gutiérrez dijo...

(la de gente que se habrá quedado pasmada)
yo, por ejemplo

Microalgo dijo...

Y luego hay quien dice que la genética no importa.

Jé.

Nética.

Gemma dijo...

Un placer conocer a tu hermanita mayor, jeje.

Besos. (Y qué foto, ciertamente)

Mario dijo...

Ah, esa Bea... Aquí no dejo más que enamorados... Yo, el primero... Qué tendrán Suiza que no tenga Zaragoza?

Almudena dijo...

Primero disculparme, puede que la escritura nunca haya sido lo mio...
Lara, yo también he sido siempre la hermana mayor, de hecho, creo que aún sigo siéndolo, y realmente nunca he sabido el por qué de ese rol que desde niña llevo asignado jeje.
Sois las dos increibles, pero lara, entiende que mi chica... ;)
Bei, ¿por qué no cambias esa monocromía por el azul-amarillo de esta micropequita del mundo?.Se te echa tanto de menos...
Un beso fuerte para las dos

Aurélia Jarry dijo...

Larilla, duendecilla, yo no vi, ahora que lo pienso, que tu hermana tenía el pelo naranja...!!!

Lara dijo...

jajajaja!
pues lo tiene naranja, aunque cada vez menos naranja, ya sabes.

besos a todos otra vez

Esther (boli) dijo...

Lara qué suerte tienes de que te enseñe esas libretas. La he visto sacarlas y escribir algo en ellas con los ojillos brillantes mil veces, pero creo que sólo una vez me ha leído algo en Sevilla.
Yo también estoy siempre deseando que mi hermana (Elena) me lea algo, cada vez le cuesta más, también porque cada vez la tengo más lejos...
Como se echa de menos a las hermanas mayores! :)

Mara Pastor dijo...

hoy es el cumple de mi hermana, qué bien leer este texto./homenaje, viva por las sisters.