domingo, 22 de junio de 2008

DÍA 16, JUNIO

Yo quería un día con sol y no esto.

El tren se adentra en los túneles y siento que voy a ahogarme. Luego sale al exterior y el ambiente está podrido de lo gris, cielo blanco carga irrespirable. Un hombre a mi derecha lee un periódico deportivo y se pellizca la cara como con manía, como si necesitase sentir alguna parte de su carne.

La gente parece rota pero tranquila. Creo que sólo yo siento esta angustia en el vagón, sus respiraciones enchaquetadas y sus tablas numéricas en cuartillas A3 me obturan las fosas nasales.

Tengo una máscara en la cara caída. Hay veces en la vida en que uno se equivoca al tomar decisiones importantes.



DÍA 17, JUNIO

Hoy quiero un día de luz. Admito que tengo la cáscara frágil y eso ya es la advertencia de la posibilidad de los temblores. 16º son algo escaso para este clima (¿recordaré África?) (ayer sentía que estábamos ya en el destino de esos países de nubes grises donde nunca quise vivir). En la noche, acurrucada (las caricias en el pelo que iban a empujarme al sitio de la nada), materialicé mi miedo: lo voy a perder todo.

Los amigos de los conjuros, el sitio de leer, las excursiones de los perros románticos, recitar teatro absurdo, la búsqueda del arenque a bordo de esa balsa (el tiempo de hoy es una fuga de agua dime que no se hunde todavía).

Que yo no me reconozca en esta tibieza hipócrita de los días rutinarios de responsabilidad y deber es la soberbia, lo inmaduro.

No voy a fingir: así me aburro.

En un prado de San Yago, una fotografía que me obsesiona: el esqueleto de un carro enterrado en la hierba, como un recipiente del pasado donde crecen las zarzas abultadas y todo lo demás son flores moradas en el suelo; al fondo, una encina gorda, ajena.


DÍA 20, JUNIO

Quiero

que Sasa Stanisic escriba otro libro (aún no terminé el primero), ir a desayunar junto al limonero que hay plantado en el arriate de la casa de mi madre (regarlo por las tardes, al volver de la playa, allí donde todavía existen los veranos), permanecer en tu corazón, como la malahierba más alta del campo (esa que cortas cada año, que crees que has conseguido arrancar de raíz arañando tus manos, la que alimenta a los búfalos que nos quedan), quiero, obviamente, devolverme la vida, no sin antes buscar en mi memoria tu juventud, tu niñez, todo lo que recuerdo para nadie, inmortalizaros a todos, quiero conocerte de nuevo, otra vez paso a paso este camino pero ahora, eso sí, abandonarlo todo de una puta vez, nunca más el triste desayuno, nunca la pena, el aliento de un mamut airado desplazando al infinito los espejos (carne torturada que no sirve) lejos de mi vista, nunca más la parálisis, no este llano ahogado ni la duda.


DÍA 21, JUNIO

Con un poco de sol yo me conformo: literatura y una hábil trampa del destino, tardes enteras, todas,

tarde.

Y por eso, quizá, llegó el verano.

Mañana es la noche de San Juan.

No sé qué late aquí dentro: estrellarme y estrellarnos, la carretera se ablanda a nuestro paso y a lo lejos, tras el hueco, hay un pantano: caras del tardofranquismo juegan al tute y los niños, a nuestro lado, chapotean en la orilla de una playa de invento. El sol cae como un mamífero muerto, por fin, y unos huevos fritos con chorizo alimentan el día. El agua luce lisa, fría hasta que duele, observar junto a ti los sonidos crujientes de este mundo, pelearme de nuevo con las moscas; el regreso, otra vez, es una sábana fresca. Mi cabeza se hunde al otro lado, qué más nos da gritar, nadie nos mira.



jueves, 12 de junio de 2008

A Aurora, a Manuela, a Beatriz...


Aunque me voy no me voy
aunque me voy no me ausento
porque me voy de palabra
pero no de pensamiento...

... que de pensamiento estoy
que del corazón me quedo

(fandango)

martes, 3 de junio de 2008

presentación de Aquí y ahora en Sevilla

jueves 5 de junio
20:00 h

Centro de las Artes de Sevilla (Patio de San Clemente)
c/ Torneo, 18

Habrá un recital poético de varios de los autores:
Carmen Moreno, Roberto Terán, David J. Calzado, Bárbara Cumpián, Joaquín Moreno, Jesús Beades, Pablo Moreno Prieto, David Leo García...



¡Venid, venid!
Gracias a todos, por adelantado.