viernes, 20 de julio de 2012

Menos mal que por fin tengo una bici de paseo

Había una vez cuando era verano de verdad cuando el verano de verdad era esa región laxa y atrevida donde el mundo cabe esa cápsula de alto riesgo de felicidad no hace tanto no creas que me refiero al verano de la infancia el verano de la infancia era sencillamente largo y salado y piedras bajo las sandalias y la piel blanca y fresca de mi abuela cuando dormíamos juntas y las pieles morenas y brillantes y curtidas de mis otros abuelos al sol a las sardinas al vino chorreante y con casera sí suena bien porque los veranos de la infancia suenan bien pero en los veranos de la infancia también suceden cosas horribles que no voy a contar ahora yo me refería a muchos otros veranos aquellos de bar y calle aquellos de las pipas al atardecer de la playa aquellos de la amistad y la seducción y la carretera sí a esos pero no solo a esos no hace tanto que mis veranos eran otra cosa que esto de hoy precisamente en el año 2009 viví a la orilla del Mediterráneo durante más de doce semanas y eso son muchas semanas créeme y me dio tiempo a recordar que mi vida bajo el sol mientras evite pensar en el cáncer de piel y etc que mi vida bajo el sol y leyendo y tumbada junto a una orilla y alguna noche calurosa bailar y leyendo y llenar de arena el maletero del coche y el asiento de atrás y sencillamente beber algo muy fresco y a la vez muy fuerte cuando ya es de noche y sencillamente no importa qué hora sea y sencillamente los dientes relucen en la oscuridad a través de las sonrisas y esa otra lentitud de la vida adulta esa que endurece los músculos y permite el placer y sencillamente ese verano me di cuenta de que vivir así es maravilloso y pensé tan ilusa que eso haría cada verano porque sí porque soy dueña de mi vida somos dueños de nuestra vida y entonces el verano que viene haré lo mismo y me exiliaré en un sitio donde pueda andar descalza y leer varios libros por semana y beber desde temprano y además de todo me sienta guapa en fin ya sabemos que en realidad ni somos dueños de nuestra vida ni nada por el estilo o bueno sí lo somos pero independientemente de la prima de riesgo no somos tan valientes como para hacer uso de ella así que ahora también es verano por fin lo es y Madrid quema y está polvorienta pero hermosa y parece que todo es lo contrario de aquello porque una coz me hace daño en el pecho y por las noches dejo que los mosquitos nos piquen y a ella le hacen unas ronchas demasiado grandes para su cuerpecito y todo es tan cansado incluso cuando en medio de una manifestación multitudinaria te encuentras con tus amigos y la plaza de Neptuno está llena de nihilistas y decidimos irnos a tomar una cerveza pero hay algo raro en el ambiente y a mis amigos los quiero tanto y me da tanta alegría verlos pero hay algo raro en el ambiente quiero decir en mi ambiente dentro de mí creo que tengo miedo creo que estoy demasiado agotada creo que el futuro me asusta a pesar de los bellos planes de futuro creo que necesito pararlo todo y observar tus ojos grandes ah sí te estoy hablando a ti qué creías creo que necesito de una vez alojarme en un pequeño hotel de una sola estrella un sitio delicado e inigualable y que nos duchemos juntos si hace falta los tres y salgamos con el pelo mojado y los dedos de los pies al aire y nos perdamos por las enrevesadas calles que hay junto al puerto y nos sentemos donde huela bien y bebamos mucho vino como aquella vez que era todo justo así pero ella no estaba y bebimos mucho vino del País Vasco y yo te dije algo que cambió para siempre nuestra vida pues igual creo que debemos hacer eso lo necesito escapar huir olvidarnos de nuestra familia y su dolor de nuestro trabajo de nuestros fantásticos amigos de nuestra casa que se ensucia y se desordena cada día adiós Madrid adiós angustia política recortes etc el terror y todo eso de no llegar a fin de mes porque si durante el tiempo suficiente miro tus ojos tan enormes tus ojos que no son cuadrados no son redondos no son triangulares tus ojos que tienen esa forma gigantesca de ser ojos y si durante ¿te imaginas? el tiempo suficiente puedo mirarla a ella a nuestro lado sin hacer nada más a ella que tiene precisamente tus ojos quizá el verano parezca un verano otra vez incluso parezca que somos dueños de nuestra vida los tres nuestra vida verano nada más laxitud urgencia felicidad eso no pasará todavía no este verano este verano hay que trabajar hay que seguir preocupados hay que sufrir un poco a veces por las cosas horribles que la vida tiene y bueno supongo que sobreviviremos a esta época a esto polvoriento pero hermoso tú siempre dices que no pasa nada porque estamos juntos y en realidad tienes razón pero tengo que mirarte bien dentro de los ojos para creérmelo de verdad porque todo se agolpa los acontecimientos cotidianos no nos dejan respirar aún no he cerrado mis cuentas de Bankia aún no llené de fotos las paredes aún no leí Hay alternativas todavía me espera ese largo libro de Tsvetáieva por ejemplo y seguimos en lista de espera en el grupo de consumo y otras cosas más necesarias ya lo sabes que todo se amontona menos mal que a veces por las tardes tú y yo a veces cuando nos encontramos y es justo el momento menos mal que cuando ella sonríe o mucho mejor cuando se ríe a carcajadas menos mal que entonces todo tiene sentido y sí estoy segura tengo que ser optimista estoy segura de que pronto nos alojaremos en un hotel donde nadie nos conozca y nos ducharemos si hace falta los tres juntos y quizá ya haga frío pero nos secaremos el pelo e igualmente con calcetines y botas saldremos a la noche a husmear por las calles enrevesadas alrededor del castillo hasta que encontremos un lugar donde huela bien y nos sentaremos y nos miraremos a los ojos vosotros dos con vuestros ojos gigantescos y los míos no tanto yo querré vino blanco lo sé mucho vino blanco y mucha lentitud y para ella pediremos un vaso de agua del tiempo mientras nos lo traigan además de mirarnos a los ojos podemos sonreír dime si te parece un buen plan



Fotografía de Martin Munkacsi