Chirrido de columpios en el fresco verano de la montaña,
son dos niñas,
una está desnuda y la otra lleva vestido de volantes.
Detienen con sus pies los sillines colgantes y hablan.
No puedo oír lo que dicen.
El misterio de su conversación infantil es lo más controvertido de la tarde.
Ahora que he superado la fase de autoafirmación quizá llegue el momento de las mentiras.
Una amiga me dijo el otro día que he cambiado mucho.
Tienes los pies más en la tierra que nunca, afirmó.
En su mirada había amor y también miedo.
No sé si aquello era un piropo o la desesperanza.
19 comentarios:
Me he bebido 'Cuatro veces fuego', que pillé por casualidad. Ojalá algún día puedas dedicármelo. Un saludo!
Oh, gracias!!!!!!
Sí, ojalá!
Me gusta. Me gusta. Me gusta.
Beso fugaz*
Seguro que el tiempo de la mentira -que se sabe- es el mejor... Y qué bueno tener los pies en la tierra -habla una bailarina!
El fin de semana pasado, fuimos hasta Potsdam de excursión y en mitad de un campo de hierba, vi correr a una niña de 5 o 6 años, desnuda tras una boca de riego que no paraba de soltar agua sin ton ni son.
Esa niña, seguramente no tenía aún los pies en la tierra; yo diría más bien que simplemente se dedicaba a ser feliz (y a emborracharnos con su libertad)...
Un beso
hola, perdona llegué por accidente, estaba hablando con mi amiga cuando un mosquito se ha parado en la pantalla de mi móvil, echaré un vistazo a tu blog, [el mosquito ha muerto, lo he chafado]
jo, tantas ganas de pies en el cielo
eres una miradora de personitas
Por cierto, qué extraña cadencia, como de estío, tienen estos
ay, perdona que te deje tanto comment, quería decir "estos versos"
Yo tengo los pies en el frigorífico, por si las moscas.
Tener los pies bien en la tierra es el mejor lugar para salir de ella. Que no te de miedo.
Un beso,
Kike
Algo de eso te había dicho yo. Y no me arrepiento. Es la vida, ¿no? No importa si se le llama piropo o desesperanza, porque la vida sigue a lo suyo.
Otra cosa, muy bien contado o cantado. Uno ve a esas niñas, que charlan dejándonos fuera a los demás.
El problema de tener los pies en la tierra es que no puedes soñar que vuelas.
Siempre que veo un columpio quiero subir en él.
Me encantaría decir tanto con tan poco.
Abrazos
Lariña,
subirse o bajarse del columpio, da igual,
seguiremos mirando al cielo y gastando aviones,
bo verán, linda!
Antía
desesperanza más bien...estamos intentando poner los piés en el suelo toda la vida para cuando medio lo conseguimos añorar cuando subíamos un palmo mínimo del suelo ayyyyyyyyyyy
En el aire que me separa a dos palmos del suelo, ahí suelo estar, por si acaso.
Llevo dos días poniéndome al día de los blogs. No había desaparecido del todo pero no he tenido siempre todo el tiempo que he querido para decirte que te leo, que te leo y me gusta lo que leo, que tengo ganas de verte, que ojalá pronto.
Un beso grande,
Vanessa
Estar en un columpio, los pies cerca de la tierra, pero tocando el aire.Es posible.
Bienvenida
(de camino voy a)
felicitaciones por tus letras.. excelentes las fotos...
Seroma
http://cerroaislado.blogspot.com/
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