
lunes, 20 de junio de 2011
No seré yo quien sepa describir la animalada: acontecimientos de un nuevo amor

sábado, 4 de junio de 2011
Palabras de Anne Michaels para un domingo

a la que llamamos lata: abollada, incómoda,
pero todavía capaz de cortar la piel ondeada del lago.
La familia un estudio de placas tectónicas,
un desplazamiento de pliegues.
Algo dentro cambia de sitio; de repente estamos más cerca o más distanciados.
Hay cosas que los hermanos y las hermanas saben,
el tipo de detalles que un espía utiliza
para probar su identidad,
miedos que se deslizan bajo las altas hierbas de la infancia,
cosas que salen más tarde a la luz; y placeres como tucanes,
el peso de su fulgor inclinando las ramas.
Quién sino un hermano es capaz de llamarte desde el otro hemisferio
para leer un pasaje que describe un extraño
salto en la evolución, cuando los reptiles parecían
"mesitas de café forradas de escamas",
el crecimiento de las crías como "un severo caso de delirium
durante el apogeo de la terapia",
y recordar juntos aquellas criaturas a las que tanto habíamos amado,
con sus gruesas extremidades y espaldas como veleros.
La memoria es una selección acumulativa.
Un cable submarino que conecta un continente
con otro,
electricidad que atraviesa la salmuera de la distancia.
Fragmento de "Miner's Pond", de Anne Michaels, traducción de Jaime Priede
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