lunes, 29 de enero de 2007

Sólo quería dejar constancia


de que ella existe o existió


de que manché mis manos crujiendo el blanco


de que a veces, además de copiosos almuerzos


y paz que se extingue al contacto de la piel


y silencios que parecen morsas dándonos la bienvenida al mundo irreal


y montes lejanos que están tan cerca


enterrándose en el blanco de unas nubes pardas


amenazando los días con la lentitud de lo que dicen las puertas cerradas,


las sonrisas siempre bienvenidas


el miedo que no escampa


y la gran satisfacción de estar


estar


haciendo


la nada


la atmósfera


intentar


convivir


con una letra


espigada


última


interna


preciosa cuando el sol


tenebrosa


cuando quiere


algo


más


de lo que hay en el fondo de una boca


y hablando de bocas


"su boca tan magnífica"


que ya dijo Drexler


hablando de bocas

que se abren y se cierran y se van con el frío de un lunes que no termina de amanecer

su boca tan magnífica

y un equilibrio de labios

que me trae

la cuerda

loca

de la tierra.


Sólo quería dejar constancia


de que ella existe o existió


de que pongo las frases a medias


de que las ideas van y vienen


porque aquí


no tengo prisa


y a veces es como volver


a ser un tiempo chico


sin más preocupaciones


y a veces un temblor


en las paredes


porque estamos aquí


ambas sabemos


que estamos


y que ella existe, o existió.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciertamente, se os ve preocupadas, aisladas, tensas.

Anónimo dijo...

Vaya, me siento bastante torpe al escribir después de haberte leído..., bueno, al fin y al cabo yo no soy una joven promesa de la literatura española, sólo soy una ambientóloga que redacta informes técnicos y humildemente, trata de escribir una tesis sobre contaminación atmosférica. Esa es mi experiencia con tu profesión, además de leer, leer mucho.

El caso es que no me he podido resistir. Andaba por internet, y me he llevado una grata sorpresa al comprobar que eras tú, y después de tantos años, no me he podido resistir a decirte hola y preguntarte cómo estás.

En fin, no sé si habrá sido una buena idea, pero me apetecía saludarte. Un beso.
Rocío LP

Lara dijo...

Sí, Igor. Lo pasamos fatal.

¡Rocío! ¡Claro que ha sido una buena idea! ¡Me he sorprendido muchísimo! Y me he alegrado otro tanto... Me he enterado de tus nuevas buenas noticias por allá abajo, y espero que estés feliz...

Me encantaría verte por aquí de vez en cuando, después de tantos ratos de infancia y adolescencia, ya ves dónde nos encontramos ahora.

Mil besos, guapa. Y gracias por aparecer.

Por cierto, en mi blog hay un link a otro blog que se llama El adjetivo mata, y es de Pablo G. ¿Te acuerdas? Porque teníamos 15 años, pero seguro que te acuerdas.

Reparte abrazos por ahí.

Anónimo dijo...

Te entiendo, Lara.
yo, cada vez que me asomo a tu blog, al vuestro (porque sois muchos), lo hago para recordar que ella existe... porque existió, y de eso tengo testigos.
No dudar, no dudar, no dudar, existe, existe, existe...
No sé qué me pasa últimamente, otra vez estoy rezando...
Muchos besos

Anónimo dijo...

Solamente quería entrar un momentito, solo para dejar constancia y para decirte que, aparte del calambre en el dedo índice por tener que mover tanto la rueda del ratón, muchas cosas de las que dices son hermosas y se dejan flotar.

Que consigues que montes lejanos estén cerca, del modo que tienen que estarlo.

Y que aunque pongas las frases a medias, nosotros ponemos el resto del sentido, que posiblemente no será el que tú le diste, pero es el que surge de la unión de nuestra experiencia propia y de tus palabras. Y al fin y al cabo, ¿no es eso la literatura que importa? ¿No es la mejor manera de ir forzando las piezas del puzzle, para que encajen de una puñetera vez?

Lara dijo...

Sí, Nán, es la mejor manera. Puzzlear.

María (¿a que existe?).

Rezas hacia dónde.

Paralelo 49 dijo...

y qué rico huele mientras se te deshace en las manos...