Altas horas de la madrugada.
Leo la palabra comodoro.
Y pienso.
Andaremos el camino de la mano.
Como si nunca nuestros pies se hubieran alineado juntos frente a un cristal.
Un árbol blindado.
O la pesada vía de un tren de cercanías.
El extranjero es nuestra propia casa cuando no estás.
8 comentarios:
me pasa mucho
el extranjero como mi propia casa
cualquier sitio como mi propia casa
(supongo que las casas las hacen las personas)
besos
K
...Es bonito sentir las piernas alineadas, ocuparse del mar, descerrajar un tiro rabioso a las vías de los trenes de cercanías y no entregarse en brazos de la lluvia o la ciudad, que a veces son lo mismo, como a veces es lo mismo un abrigo rojo destacando entre el gris de la calle o un saxofonista mojándose bajo el sombrero y a punto de recoger sus bártulos y marcharse...
El extranjero siempre será aquel lugar al que nunca he ido. Si voy, dejará de ser extranjero.
"El extranjero es nuestra propia casa cuando no estás". No lo entiendo. Un día de estos me lo explicas, si eso, y unas cañas.
Mejor nos limitamos a las cañas!
Muaks
Hermosa! estoy probando con esto. Sabés que te admiro un montón, te invito a que me leas un cachín, y que me digas que lo deje para los que saben jejeje
besotes
hermoso gemido.
Langostas a la salsa de comodoro y vino de Argel.
Es una promesa de menú hecha de noche y, por tanto, mucho más importante que otras.
Recuerda de todos modos que el extranjero suele ser divertido, a pesar.
Un beso en paracaídas
Es, brutal. Hermosísimo. "El camino de las manos". "Extrangero". Me lo tengo que leer y leer más! Magistral.
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