jueves, 21 de enero de 2010

También la Menuda cambia de año.
Los Noveles 2010.

9 comentarios:

Miguel Ángel Maya dijo...

...Mucha menuda pero poco Miguelito...
...Menos mal que sabes que me tienes ganado porque te quiero, pero si no te quisiera otro gallo cantaría...
...En fin, "otro día más sin verte" como cantara Jon Secada hace quince años (o cada mañana si tomamos la perspectiva de kiss fm)...
...Por cierto, niña, el cabaret está próximo al punto y final, ¿tú cómo andas de tiempo? jajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja...
...Es una pregunta retórica, a mí puedes decirme que no, aunque tienes que saber que voy a tratar de convencerte para que tu tinta roja se derrame por doquer por sus casi cuatrocientas páginas...
...En fin, amour, que me voy a tomar un vinito y que te quiero (quizás más lo primero que lo segundo o viceversa)...

ILSA dijo...

Me ha pillado de sorpresa. Suelo sonreír con la Menuda, pero hoy...
Hoy me ha dolido un poco.

Pero tenemos a Oda, y promete, cuando menos, extravagancia.

Besos...

Isabel dijo...

Creo que conozco mejor a Tilo y Remo a partir de tu marcha silenciosa y digo creo porque...
"observar no es acertar",
me encanta esto.

Besitos linda MENUDA

NáN dijo...

Miedo.

Ese pajarito de invierno que necesita que alguien se ocupe de él para subsistir; que lo hace sin estrategias: simplemente está y si alguien no lo ve y lo alimenta, desaparece; esa pequeña ave sin más voluntad que la de arrastrar su conciencia (un poco terrible, como todas las conciencias), ¡ha tomado una decisión!

Es un caso de suerte que en el mismo bar donde se refugia hubiera otra mujer con un abrigo como el suyo, pero a tamaño natural.

La historia sigue. Aparco el miedo. Las historias son siempre la narración de los superivientes, ¿no? (aquí hay un tema del que podremos hablar un día: mi impotencia para escribir porque los que me habitan no son supervivientes y, al cabo de un rato, ni siquiera a mí me interesa la historia del marinero que muere por accidente dos horas antes de que en su barco se dé la orden de iniciar el desembarco en Normandía).

La Menuda va a seguir, junto a los brazos de Oda, que no sabemos como son. Y es bueno porque queremos que siga.

No hay miedo.

Salvo que ya nos has enseñado la cara de su muerte. Un día, en un parque frío, podría estar sentada en un banco, con las manecitas metidas en su abriguito verde, y pasar por allí solamente Epílogo, que se da cuenta de muchas cosas y la deja donde está.

¿Por qué esa manía que me ha dado hoy de joderme el día? Para empezar, hasta he llegado al trabajo una hora antes, a las 7 de la mañana.

Tengo unas ganas enormes de saber cómo salen de ese bar Oda y la Menuda.

Lara dijo...

No tengas miedo, Nano!

Ella es portadora de pocos adjetivos, pero si hay uno que le viene al pelo es el de superviviente.

Hay momentos de transición necesarios en todas partes, hasta en los cristales de unas gafas.

Ella sabe adónde va, ¿no ves que no sabe nada absolutamente?

Un beso a todos.

Marian dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marian dijo...

Allá voy!!

He empezado el año lenta.

beso!

trovador errante dijo...

Un gran beso Larita!

Miguel Marqués dijo...

Se me agarró, tanto tiempo sin saber de ella pese a sus llamadas telefónicas.

Menuda, sé feliz sin tus amigos.