sábado, 14 de julio de 2007





Fue todo un sueño

Bajamos del andamio y ya no estábamos

Pero el amor

rompía el universo

o lo descomponía

con tu llanto

y tu risa

y tu amor lleno

de todo lo que cabe en este mundo

Todos quieren tenerte

mas yo no

yo no te quiero aquí desconsolada

quiero verte en la brisa

y en la sangre

y en todo lo que quepa que sea tuyo

Paco Cumpián

(y entre los vasos y los chipirones, con el olor suave de la sal, Bárbara se hace un hueco con las manos y recita este poema de su padre, y las espinas blandas por poco se nos quedan encajadas, y Paco ríe.)


Dejar Málaga como intacta,
con su luz de mañana larga y fresca,
sus adoquines nuevos,
su arena negra.

Alejarse otra vez,
pero nunca trayéndome la nostalgia
de los años en los que no sabía
que también el Mediterráneo
tiene dulces bienvenidas.

Las sardinas pequeñas,
el vino tinto,
los ojos desbordados de Bárbara Zagora,
las palabras míticas de Paco Cumpián.
La anarquía cuando funciona
es deslumbrante.
Es una casa vieja
de muros encalados
con frases a graffiti y colores chillones.
Es la tranquilidad de un retrete apartado
por cuya ventana alta chillan las gaviotas.

Pasar por la puerta del Road House cuando es de día
y desayunar fruta en la plaza de la Merced.
Un baño a mediodía y todo junto:

los amigos poetas
(de noche, todos los amigos son poetas:
Patri que declama la Bohemian Rhapsody
hasta el aplauso
Laura con los ojos pintados de Picasso
y mi Inma fugándose a un hotel),

los libros encontrados,

el ruido de las chanclas por las calles del centro.


Siempre es verano en Málaga.

Y Cumpián en un vídeo
recitando poemas
lleva puesto un jersey de lana negra,
por lo que deduzco,
asombrada,
que el invierno en el Árbol de Poe
es un sofá mullido de cuerpos de mujeres
que pasan lentamente
las páginas del sol.




Menudo atardecer,
amigos míos,
menudo el equipaje que me llevo,
el tren se va alejando,
y a mi lado el amor.

17 comentarios:

MSalieri dijo...

Y el Cartojal, más rico cuando se te duerme la lengua y ya no sabe a na, qué bien, y qué ciego estoy pillando así sin darme cuenta, vasico a vasico, y otro, y dale, y aquí me quedo, doblao, y ni mi nombre me suena a mío.

Lara dijo...

¡Qué alegría, tú por aquí, desde allí!

Anónimo dijo...

Sí, ¡qué alegría que estéis por aquí!.

NáN dijo...

Y yo que te decía, en contra de la autoridad correspondiente, o sea tú, que eres poeta en muchos de los textos que pones como de descripción.

Y yo que tanto te lo he dicho, y ahora vas y pones un poema por todos los aspectos y yo te digo que no: que es prosa; que estás contando algo que te pasó y que no se universaliza: que ta-ta-tá y ra-tarrá (para qué enrrollarme).

Pero luego dejas un espacio, pones letra pequeñita y aparece el poema tierno que es poema-poema, de todos y para todos. ¡Hale, para joder, cuando menos lo haces lo haces más!

Porque "uno" (y uno es cualquiera) se da cuenta de que ¡ay, otro poeta que habla precisamente de "mí"!
Porque "uno" comprende que "uno" fue, o es, o será, o sobre todo deseó ser, o lo desea o lo deseará: el atardecer, los amigos, el equipaje, el tren que se aleja y el amor a "tu" lado.

Porque "uno", "mí" y "tú" se convierten en placeholders de personas. (Échale una mano, Migüelillo, con lo de placeholdes si hace alta).

O sea, que hay que joderse, que en cuanto te dolió te salió.

Y lo de Cumpián, un poema excelente, hasta que lo mezcla con un bolero (no entro en si bueno o malo) de cantautor desde "Todos quieren...".

Todo lo anterior son opiniones. Pero lo de que los cinco últimos versos tuyos son un pequeño tierno gran poema estoy dispuesto a mantenerlo al amanecer en cualquier bosque. Así que el que quiera, que le vaya echando huevos. (La parte críticas la defenderé con un par de trompás como de compromiso).

Lara dijo...

Nano, el sol me espera afuera (hoy vamos a estrenar esas piscinas tan famosas de por aquí, ya te contaré), pero no tengo menos que responderte.

La crítica que no me parece tal, es obvia, es un texto narrativo, es una crónica de lo que fue, escrita en una libreta estrechita que no me permite continuar las líneas como debiera. Con respecto a lo de los poemas etc, me dijo Cumpián en el primer vino con boquerones: tus poemas son narrativos y tu prosa poética. Esto no es lo primero, evidentemente. Con respecto a lo de abajo, lo chiquitito, sigo sorprendida. Ya había guardado la libreta y miré por la ventana y vi el atardecer y la saqué de nuevo, corriendo hice el "apunte" (sin más). Y el poema de Cumpián no me suena a bolero ni a cantautor: lo leyó Bárbara después de que ambos nos contaran la verdadera historia del poema, el porqué, después de que nos hablaran de la persona a la que iba dirigido: tenía tanto sentido, era tan verdadero, que callé mi boca con la sardina a medio masticar.

Hablando de Cumpián: me he traído de allí algo que se me está convirtiendo en una verdadera delicia; ya conocía su literatura pero no sé por qué, estoy pasmada con esto que leo ahora. Le han publicado su poesía completa, 1983-2006, en un libro que se llama La esquina dorada, que acaba de salir publicado por el Centro cultural de la generación del 27. Impresionante. Si tienen ocasión, no se lo pierdan.

¡Gracias por venir!

MSalieri dijo...

;) Ahora desde Aquí.

NáN dijo...

Hola, Lara, ¿es tan buena la piscina como te dije que dijo mi amigo JP? Él se refería sobre todo de lunes a viernes (la pisicna es igual de buena, pero menos gente; según él, casi nadie).

Parece que estamos de acuerdo en casi todo (¡no está mal!), aunque cuando yo defendía tu poesía en la Tetería y tú decías que no hacías poesía, de esto hace meses, me refería tanto a la poesía de algunos de tus textos narrativos como a la de los textos "por formato poéticos". Incluso aunque es cierto, como dice Paco, que tu "poesía" tienda a ser "narrativa", me parece poesía: hay una forma de poesía que es narrativa; y es poesía auténtica si "suena" en quien la lee. Incluso aunque, como les pasa a todos los que escriben, no todos los textos tengan el mismo nivel de calidad.

O sea, haces poesía cuando haces poesía y también, a veces claro (depende de la "imaginería"), cuando haces prosa.

Y estamos de acuerdo en que tu texto principal de hoy no era poesía: simplemente tenía el formato de espacio corto de una libreta; pues bien: información recibida y los dos de acuerdo.

No estamos tan de acuerdo en el valor de esas 5 líneas tuyas, que para ti son un "apunte" rápido y yo sí las veo como versos (volvemos a lo de la Tetería aquella noche). Eso es imposible discutirlo: tú, la autora, dices "eso no es poesía"; yo, lector, digo "pues yo lo leo como poesía porque me parece que lo es y lo siento como si lo fuera". Quizá se podría discutir (más desagradablemente para algunos, para mí la discusión casi siempre es "divertida") si se plantearan las cosas al contrario y tú defendieras el valor poético de algo que el lector apreciara como valor de prosa.

Tampoco parece que estemos muy de acuerdo en cómo valoro el texto de Paco Cumpián, porque evidentemente soy crítico con respecto a la segunda parte. Pero es cierto que (1) veo diferencia de "nivel" entre la primera parte, que me parece magnífica, y la segunda parte. ¿Te molesta lo de "bolero de cantautor"? Si quieres lo retiro, puede no ser afortunado (aunque me encantan esos boleros, hasta tengo una entrada en mi blog en que muestro mi adoración por una cantautora). Pero, aun dicho de otra manera, me siguen pareciendo no conectadas las dos partes (a lo mejor, un doble o triple espacio, señal convencional de que es otra parte conectada "secretamente", me habría valido para no tener esa sensación de "salto" con niveles diferentes). A lo mejor. (2) No podía alabar como quería la primera parte sin mencionar lo que "creía ver" en la segunda; tendría que no haber dicho nada (muchas veces no se comenta algo porque no hay tiempo o porque no gusta y se prefiere no ser "crítico" innecesariamente), lo que me parecía realmente mal, cuando había ocasión de decir lo mucho que me gustaba la primera. Y (3) es posible que no lo hubiera entendido, porque no he recibido esas explicaciones. A veces son necesarias y por eso quien sabe de qué va un autor a veces explica lo que es, sus métodos, metáforas, etc. Simplemente, estaba encantado con unos versos y dejé de estarlos con los siguientes. Y lo he dicho (todo, lo bueno y lo no tan bueno). Pero esta parte 3 es endeble, pues aunque datos exteriores al texto pueden ayudar a entender, un texto no puede circular con las instrucciones al lado. Así que lo que más se sostiene, si estoy equivocado en la valoración, es, en pura tautología, que me he equivocado: lo que no sorprendería a nadie y menos a mí.

Volvemos a estar de acuerdo en la valoración de Cumpián como poeta y yo le añadiría el plus importantísimo de "agente de la poesía". No sé si en Málaga y en Andalucía son conscientes de su labor y de la necesidad de apoyarle (a él y a los miembros del equipo que suelen aparecer junto a él). Me temo que no. Es más fácil y rentable apoyar a quienes hacen más ruido. Conozco la historia. Así que mi manera de apoyarle, como poeta, es querer tener esa "Esquina dorada", pero no por comprar un libro, sino por leerlo. Sé buena y facilítanos los datos bibliográficos.

Espero que las partes de "no entendimiento" no haya que currarlas mucho más, porque ya dije a las 11.04 am que aceptaría como mucho "un par de trompás de compromiso", y creo que se agotó el cupo.

Lara dijo...

Hola, Nano. La piscina es genial y a pesar de ser domingo, no había mucha gente. Mucha gente para mí es una playa atestada, no grupitos en cada árbol, y no hay muchos árboles. Por hoy ha estado bien, pero estoy deseando bajar mañana, o pasado, porque entonces tiene que ser espectacular. También teniendo en cuenta que no soy muy fanáticas de las piscinas y ese calor amodorrado sin brisa marítima y etc. No hay nada como una orilla. Pero no pienso quejarme, esto también es un paraíso.

Del libro de Cumpián (Francisco en los libros) te he dado los datos que he podido: el centro cultural bla bla es "la editorial", te puedo dar el ISBN por si lo puedes comprar por Internet o no sé... 978-7785-103-5

Y sobre los acuerdos y desacuerdos, nada que decir, en realidad, lo había entendido todo y no hay acritud ni nada por el estilo en mi contestación.

¡Muchos besos!

kika... dijo...

Qué bien! Has vuelto! Si lees por aquí, avisa. Si no, te sigo leyendo por aquí...

Besos y magia,
K

Anónimo dijo...

¿Piscina?

¿Qué es eso?

Lara dijo...

Microalgo cabroncete, piscina es una cosa que le refresca a uno cuando está lejos de su tierra. Y no me digas que tú eres de los que sólo se bañan en el mar, porque también yo era de ésas, hasta que dejé de vivir en una ciudad con mar. Es muy fácil.

AROAMD dijo...

hola lara! qué nivel teórico-poético se respira en esta trastienda... se huele málaga en los versos, y eso me da aire en este julio a medias de madrid... ¿no vas a leer por aquí? "también el mediterráneo tiene dulces bienvenidas", vaya que sí!de noche todos los amigos son poetas... vaya que tb!
Un abrazo de alguien que tuvo que comprar cuadernos más grandes para extender los versos de algunos poemas...

Lara dijo...

¡Habrá que leer por aquí, claro! Pero yo creo que en septiembre, dejemos que pasen estos meses raros. Algo hablamos en Málaga, de traernos a la familia Cumpián al completo y hacer una lectura... Evidentemente, serán todos informados.

Reb dijo...

Acabo de leer tu comentario y se me ha puesto la piel de gallina. Me emociona esa Málaga donde no estuve. Los recuerdos que no tengo pero que tú me inventas.

Anónimo dijo...

Jeee, je ,je.

Gracias por el diminutivo, Lara: no se merece.

A ver cuándo aparecen Vuesas Mercedes por acá, se dejan de cloros reactivos y catan más el cloruro (sódico) (disuelto).

Pillen a la Moreno por banda, si hacen el favor, y arrástrenmela hacia acá unos días, que no sé qué tiene últimamente por Madrid, que le ha dado una querencia...

Jie, jie, jie.

Rebesotes.

Peter dijo...

Me encantaría decir unas palabras que concentren de forma precisa las sensaciones que he experimentado, pero va a ser que nos las encuentro (volved, malditas...)

Anónimo dijo...

Menudo atardecer, después de medio día y medio, y medio día más, planeando por playas que me recuerdan a hace años; rebuscando entre ls sábanas de un hostal picassiano y guiri, escondiéndome tras un cigarro, haciendo como si la poeta que declama no me conociera (aullando en cada inflexión, en cada ritmo marcado por la mano que no sostiene sus poemas, en un bar atestado de poetas del centro de esa ciudad, que parece una hermana mayor y soñada de la mía, este fin de semana de entre semana).