cuando tu olor
está mezclado con
el rumor de la calle
que trae niños
y la madera vieja
de los barcos
el algodón como de
piel fría de estas
sábanas
tal vez
el desayuno haciendo
efecto allá en el páncreas
no te veo
no puedo verte
entiéndelo
mi cuerpo ha colapsado tus
sensaciones
yo no quiero abrir los ojos
para nadie
porque sé
que llegará ese momento
violentamente tu mano
volteará mi mandíbula
tu codo que se apoya
en mi clavícula
y entonces ya lo sé
la tarde es una catacumba
y en un minuto
ha roto la revolución
entre tus piernas que
ahora
fíjate bien
son mis piernas
porque yo carezco de huesos
ni que decir de alma y ya
nada poseo
12 comentarios:
Qué poesía, Lara, divina... Qué sensación... "yo carezco de huesos"... Sos la carme hecha palabra... Qué grande... Siempre me seguís abriendo un mundo... El mundo...
xogas cos límites,
podemos ser seres sen ósos,
ou estar feitos de rumores,
claro que si,
grazas por descubrirmo
Qué bonito hija!
Tu poesía es para saborearla despacio, gota a gota, sin que se agote nunca.
Glub.
bss
mmm
mmm
mmm mmmm
no sé, no sé, déjame pensar... mmm...
"ni que decir de alma y ya
nada poseo"
Esa nada explosiva, llenándolo todo...
Cada vez me sabes más a vino (pero, curiosamente tinto ;-)
Me dejarás la boca negra!
[...] y ya
nada poseo.
Quizás un pelín extenso pero el final es maravilloso.
ya me había fijao yo en lo de tus huesos, ya
:)
besos,
K
Buen poema, Lara. Bello y expresivo.
cercano a la mística de Teresa de Ávila.
oh!!!! (con los ojos muy abiertos, a juego con la boca)
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