domingo, 8 de octubre de 2006

ANTES



Intuyo que tú y yo no vamos a llegar nunca a nada. Al menos no a nada juntos. Nadar en la nada. Tú y yo nadando como ranas arácnidas, fluviales, perdidos en una nada cotidiana donde nunca (tú y yo nunca) llegaremos a chocarnos. Chocarnos estaría bien. Si me pongo los auriculares como diadema no escucho nada más que a Rice, No Sé, y grita como un poseso, nadie me posee con la totalidad que va más allá del mordisco, si me pongo los auriculares no escucho el sonido de estas teclas de goma que no me pertenecen, no pertenezco a nadie y a veces, a veces, cuando hace frío a veces, no digan que no, di que sí un ratito, por una vez di que sí, no, di que sí por una vez, hazme caso, una vez, una, vez. Intuyo. Tú y yo dentro. In-tú-yo. Es tuyo. Por dentro es tuyo. El bocado la fruta el sabor que se desprende de tus dientes cuando dices así, cuando pones la lengua así para decirme intuyo, tú y yo perdidos en el fabuloso tiempo de los mortales depredándonos a nosotros mismos pero por separado, una nada magnífica y suculenta, y yo con la boca tan abierta, quizá sea eso, la magnitud de mi boca abierta, pequeña pero voraz, ahuyenta lenguas, cornúpeta y ornamental tumbada sobre mi cama, fotogramas del dolor que da el placer, que me da a mí el placer, que a otros el placer no les duele pero a mí me escuece la piel el esparto el infarto el corazón saliéndoseme por entre las piernas el reparto de bienes y una tarjeta de racionamiento quemándome los dedos y los ojos borrosos con tantas ganas de llanto viendo así el presente rotito a pedazos, día catorce de cada mes, podrá usted lamer y sentirá un abrazo grande que le ocupe las bondades y las menstruaciones, una corriente de aire con brazos y piernas más largas que yo misma, yo misma un prado frondoso y difícil de podar, una asimilación insomne de lo que dicta el tiempo del no amor, ella ríe cuando puede, yo río y puedo, repetir hasta la saciedad que no es mi culpa, amor, no es mi culpa, o sí lo es, mi piel indigesta para el tiempo maldito, la pérdida el todo la lactancia la podredumbre pobrecita, toda ella llena de cosas solubles, café soluble en leche de soja, todo el armario lleno de cosas, la agenda llena de cosas, la vida llena de cosas, los amigos pendientes, el despueble de la ciudad helada, las novelas no natas, un billete con destino y sin pasajero, cuántas cosas que llenan el espacio, cuántas cosas y yo con tanta hambre.

Mi piel indigesta. Un coxis poblado de delirios blancos. Mis piernas arqueándose. Cierro los ojos y los abro de repente quién anda ahí me gustas más de cerca me gustas más así respirando el aire que sale de mi nariz luego yo respiro el aire que sale de tu nariz y así nos asfixiaremos en estas pocas horas que conforman nuestra historia pobre pero eléctrica quiero más no quiero mentir más quiero más el centímetro siete de tu cuello me hace estremecer y te pienso y se me llena la boca de saliva y me trago la saliva que abunda en mi boca y llega directamente a mi entrepierna para que tú la recojas en el cuenco de tus manos grandes y así nos ahogaremos en estas pocas horas que tenemos para amarnos sin amor, antes de que aparezca entre tus labios esa otra cosa inservible que se llama pero, el silencio de los no amantes es más grande que el amor es más triste que la palabra muerta en el acantilado cayéndose sin remedio por el puente de segovia, aplastándose en la carretera poblada de gentes que se quieren morir de la risa, y yo desnuda en medio de la calle, asomada a la ventana que da a tu país, un país del que conozco sólo la mitad del idioma aunque quisiera que fuera mudo sordo tibio inútil carne de tu carne la carne por la carne no llega a ser suficiente, ni taladrar tu cuerpo sobre mi cuerpo, porque mi piel tiene la memoria de los elefantes y mi sexo la sed de los infantes cuando salen del mar, chamuscados por el sol de julio en occidente y si te acercas, si te acercas yo ya intuyo que tu yo y mi yo son tuertos para quererse y mi yo quiere ser tuyo un ratito largo, y tu yo sabe palabras abruptas y llanas, como pero, como momento, como lo siento. Palabras que ya no sirven. Palabras que ya espero. Que ya Intúyyo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Como sigas lanzando los poemas así con tanta fuerza, un día vas a descalabrar a alguien y vamos a tener un disgusto.

(Yo estoy todavía con taquicardia).

Es tan gritable que merecería ser leído en público. Pero, parodiando (sería incapaz de algo mejor) a Vázquez Montalbán, "yo siempre he sido muy tigre de papel", así que mejor no tenerme en cuenta.

Lara dijo...

... (ojos como platos).

Yo también como papel antes que altavoces, pero qué sonrisa (gratificante y coincidente) me da decirte que esto fue leído en la terraza del hotel Larios de Málaga, una noche (y era verano) y algunas mesas desperdigadas y un micrófono cascado.

Buenas noches... por fin se acaba el domingo.

Anónimo dijo...

Larita, Larita, qué manera de escupir, de ametrallarnos, de asesinarnos a todos.

Yo me quedo con las manos hechas cuenco y el tiempo chorreando metacrilato abajo, sobre el viaducto o sobre cualquier otro puente de los miles que hay en las miles de ciudades y ríos.

Y desde abajo seguir al tiempo cayendo, los ojos fijos en una gota de tiempo que no es nuestra. Testigos de su nacimiento, carrera y extinción.

Anónimo dijo...

Las noches del Larios. Me hablaron de ellas hace no mucho, o las soñé patafísicamente.
Nos ha faltado un cine que sí hicieron los italianos, así que me lo tengo que imaginar como una terraza de un hotel de verano en ese país (años 60). Claro que le pongo algo más de calor, olor punzante a flores del jardín y, me sale inevitablemente un coronel esperando nervioso a que quien recita (todavía no eras tú, que no has nacido) se retire y toque la orquesta para ver bailar a las parejas.

¡Málaga! Hace muy poco me enteré (Google da para tanto) que mi abuelo tiene allí una calle, pequeña como los servicios que debió prestar a la ciudad.

Habrá que organizar un ametrallamiento tuyo y del de la Seda, seguro que hay alguien más a vuestro lado, en un sitio más próximo.

En las noches del hotel Larios. ¡Fantástico!

pako dijo...

Espotente-perdonaperoelespaciadornofun
ciona-quizaexcesivosjuegosdepalabras.
Peroelexcesotambienppuedeserunexcelente
recursoliterario.¿nohabrasestadoleyendo
aJoyceaescondidas?
unabrazo-pako.

Anónimo dijo...

¿Me harías un favor, Lara?
Ya que has tenido la mala leche de poner link a Fragmentos, que parece interesante y me ha hecho escribir el comentario siguiente, para darme cuenta de que no deja opinar a los que no somos bloggers, ¿tendrías la bondad de pegárselo tú que sí lo eres, en "La tendencia del cinísmo", afeándole de mi parte y de la de París, que dice falsamente que pasa de estas cosas y fue a la cocina a coger chorizo de León que ha traído su suegra, que no deje entrar a los anónimos y, de paso, ese horrible acento en la "í"? (por si el párrafo es muy largo, lo que hay que afear es la Prohibición y el Acento).

Este era el comentario que no me deja comentar:

Tengo la sensación de que nos escamoteas ideas esenciales. Quiero más, más y más. Lo de la bomba y buda y lo que somos (la parte por el todo, pero en bomba)... Nos has soltado eso a ver qué pasa y te has quedado con lo que de verdad te ofuscó de ese filósofo (del que confieso que solo he leído algunas, muy pocas, entrevistas). Dinos más.

Y de Vila Matas, ¿qué libro es ese? De él he leído algo más y sostengo, como decía Bolaño (casi, porque no se iba a autocitar), que los cinco novelistas españoles vivos e importantes de hoy son cuatro, a saber, Marías, Vila Matas y Bolaño.
Pero también es cierto que gente del grupo poético Austria, que precisamente hoy miércoles 11 tenían Reunión Oficial y anunciada en La Manuela (c. San Vicente Ferrer), o sea que por tanto no habrá asistido ninguno, me contaban ayer que habían escrito una carta y varias postales infectas a Vila Matas poniendo al descubierto todos sus fallos cronológicos. Que aseguran son muchos y ciertos.

Dejaremos pues el Caso Vila Matas en suspenso hasta que 1) tú des más datos y 2) se descubra una vez más que los poemas de los austriacos suenan cada vez mejor, pero se equivocan en sus opiniones (como casi siempre).

Anónimo dijo...

¡Es la segunda que me pasa en 24 horas! ¿De qué tenéis miedo, si hasta los spam absurdos se cuelan?

Esto escribí en L. Por si la conoces, publícalo en lo suyo. Y dile que Adiós París (¿o era Madrid?).

El cartero en bicicleta tiene su punto, L. Escribir largas cartas porque el tiempo es largo. Pero por ejemplo, como en la canción de Moustaki, aprovechar para romper una relación de amor basada en unas cartas que, si él había empezado a llevar y traer, solo él podía seguir haciéndolo. "Le jeune facteur est mort, il n'avait que dix sept ans". (los acentos franceses, ay, ya no recuerdo dónde se ponen).

Me molesta que si un spam imbécil se puede colar aquí, nosotros estemos apareciendo en la red.

Lara dijo...

Sólo decir que tanto Walter en Fragmentos como L. (que es sólo el personaje del texto, no la persona que abrió ese blog), no tienen la menor intención de no dejar que se comente cualquier cosa en sus páginas y desde cualquier punto cibernético. Es que blogger trae configurado así el asunto, hay que desconfigurarlo, y posiblemente ellos ni lo sepan. Yo no lo sabía, tampoco. No hay inquina ni prohibición alguna, sino confusiones informáticas.
Un poco de paz, entonces; me di un susto hasta que encajé todas las piezas...
Creo que ya lo dije por ahí: ¿tienen Tanartino o su sosias algún sitio donde se les pueda ubicar?
Y que aproveche ese chorizo...

Anónimo dijo...

Tanartino y su sosias son entes pasivos y reactivos, incapaces de tener ideas propias (salvo entre ellos), por lo que se sienten estupendamente frecuentando y aprovechando las casas de recibir de gente con capacidad de propuesta, como Guarda Tu Amor Humano, Mareaje, LapoMental.XXX, Winstaniana (ay, desaparecida, ¿álguien sabe algo de ella o él?) y la Hormiga Remolona, que fue donde empezó esta historia y anda un poco parada.

Hay un ser cruel y pesado que quiere poner en marcha una casa compartida para la que nos tendríamos que hacer bloggers (según la RAE, "redactores de cuaderno de bitácora") con nuestro derecho digital oficial. No estamos muy seguros de que tengamos, por ello, casa propia. El disléxico de Tanartino me lo comentó esta noche cuando le desperté con los ronquidos, pero le di un puñetazo y no replicó. (Él es asi, se le olvidan las ideas fácilmente).

Me alegro que el motivo del No comments, please sea informático.